Bote de basura

Hay un tipo en la oficina al que le ha dado últimamente por contarme sus tristezas y desventuras… No se si me considera su confidente, o su bote de basura… Incidentalmente, ese tipo es mi supervisor, y es como 15 años menor que yo. Hace unos días, mientras me encontraba en la compu revisando unos reportes se acercó a mí:
-Oye wey
-mmmhh......... –yo seguía con lo mío -
-hazme caso we... Deja esa madre
-a ver, que pex – volteé a mirarlo y descubrí angustia en sus ojos…
-me acaba de hablar mi hija… está llorando
-¿qué le pasa?
-se está muriendo shakira…
-¡no manches we! ¿En serio? ¿y ella cómo lo supo?
-estaba ladrando muy gacho…
-¿shakira…? No seas mam… una cosa es que no te guste como canta y otra….
-si serás pend… ¡shakira es la perrita de mi hija! La llevó al veterinario
-aaaaah perdón… ¿y luego?
-¿que hago…? No sé que hacer
-pues ve con ella…
-¿y para qué? Si yo no se nada de perras. Además, shakira ya está en manos del veterinario…
-¡con tu hija, wey!
Finalmente, la perrita murió, le hicieron su sepelio, hubo lágrimas, lamentos, etc… y la enterraron.

Días después, muy alterado me confió que se había peleado con su esposa:
-¡no manches, pinche vieja..! ¿no se da cuenta de que gracias a mi trabajo comemos? ¿Puedes creer que quiere que la lleve a visitar a sus amigas y que luego regrese por ellas?
-mjm- le contesté
-¿es todo lo que se te ocurre decir?
-yo no soy tu vieja, no la agarres conmigo… - Se fue todo encab… enojado… ¡pero no tardó en regresar!
-Oye wey, ¿ya viste que buena está la recepcionista? ¡ufff....., qué trasero…!
-si, claro, ya la ví…
-¡y el pendejo que tiene por galán, we…! che chaparro prieto y feo… ¡me cai que da coraje!
-tú estarás muy guapo –comenté-
-al menos estoy mejor que ese wey…
-es tu opinión…
-mmta, wey… no sé porqué vengo a contarte a ti todo esto… pareces mi enemigo- Y se fue indignado…


Pero un rato después, salió de una junta y volvió a la carga:
-oye wey- me dijo en voz baja-
-que pex
-no tienes idea de cómo me molesta que a la gente le huela mal la boca…
-uppsss…
-no lo digo por ti, we, sino por el patrón y su asistente
-ya se que no lo dices por mi… y si así fuera, me vale -sonreí-
-Es que… ¿cómo se atreven a acercarse y a hablarle a uno a la cara? ¡Que poca!
-es que no saben…
-¿cómo no van a saberlo? ¡No manches!
-¿Tú nunca tienes mal aliento?
-¡nunca, we!
-¿ves? Tu tampoco sabes – no pude contener una carcajada.
-¡chinga tu m…! –se fue otra vez enojado.


Pero el que es terco, ni aunque lo amarrren… Ese día me alcanzó a la hora de salir de la oficina:
-oye we… ¿te puedo preguntar algo?
-desde luego, lo que quieras…
-¿de qué me sirve tener un chalán más viejo que yo, si ni siquiera un mendigo consejo me puede dar?
-Chalana la más vieja de tu casa –pensé, pero no lo dije- En cambio le respondí:
-así que quieres un consejo, ¿no…? mmmh… no acostumbro dar consejos, pero para que veas, no te voy a dar uno. Te voy a dar dos, ¿vale?
-Venga el primero, -me contestó-
-Hay cosas que no están en tu control. Por ejemplo, la muerte de tu perrita, el carácter de tu esposa, el trasero de la recepcionista, el mal aliento de tu jefe… lo que si está en tu control, es decidir si esas cosas te enojan o no…
-muy bueno…¿y el segundo?
-El segundo es: No seas pendejo
-¿queeeeeeeeeeé???
–es consejo, wey – Y me retiré a tomar mi camioncito, con la paz de quien ha hecho su obra del día… y con la sabrosa idea de que un consejo, puede ser una dulce venganza…

Lluvia

La lluvia desprende de la tierra olores, y de mi mente nostalgias. Revive momentos de mi juventud lejana, cuando no importaba que la lluvia mojara las ropas y los cuerpos, y pisar charcos era broma que arrancaba melodiosas risas de mi acompañante…

La lluvia nos daba pretexto para refugiarnos en algún café, o lo que encontráramos de paso. No había, sin embargo, dobles intenciones: Lo que tenía que pasar, simplemente sucedía… Las más de las veces el disfrutar de un aromático café, o una charla, o un beso, o todo junto…

Las gotas brillantes en las hojas de los árboles, el cielo adornado con nubes, las calles mojadas, la gente con gabardina o sombrilla y ocasionalmente un arco iris, todo ello era marco y escenario de aquellos atardeceres luminosos, alegres, inolvidables… y luego la vida seguía sin interrupciones.

¿Cómo olvidar el sabor de aquellos besos, mezcla del sabor del café y de las juveniles ansias? ¿Cómo no recordar con tristeza los tiempos idos, las miradas, las voces, que aceleraban el latir de los corazones?

Nostalgias, olores… ¡qué vivos recuerdos, tan vivos que duelen a veces…! Regresan el tiempo y se vuelve a sentir el frío de la lluvia, el femenino perfume de ella… En las manos se vive otra vez la textura de sus cabellos mojados, de las manos a la vez cálidas y frías, en el corazón el latir provocado por una mirada y en la boca el dulce calor del café y la tibieza de sus labios, los ojos cerrados, el sabor del beso, el aliento, los susurros…

Ésta noche...

En birmano se dice yanaeny, en alemán heute abend, los románticos italianos dicen stasera, y los franceses ce soir. En inglés la palabra es tonight, en zulú, ebusuku, y si el esperanto hubiera tenido éxito, hoy todos diríamos ĉinokte (A saber cómo se pronuncie eso).

No es que sea ni pretenda ser políglota. Es que nunca, como ayer, esperé con tanta ilusión que llegara la noche. Ella me miró diferente… había promesa en sus ojos, y hasta travesura cuando me dijo “ésta noche… ésta noche si…”

Yo me quedé sin saber que decir, ella se acercó sonriente y me susurró al oído “Hoy por la noche vas a conocer mis secretos, los lunares que tanto querías ver, y hasta puede que un poco más… ¿quieres?”

Y todo el día anduve como con taquicardia, sólo la veía y no podía controlar los latidos de mi corazón, y no sólo eso… estuve más excitado que nunca que recuerde. Quería brincar de alegría y gritar qué ésta noche al fin haría realidad un sueño, para que el mundo escuchara y supiera en su idioma lo que mi alma tenía para decir.

…Y llegó la noche, el esperado momento. En la intimidad de su femenina recámara, al principio nerviosos los dos, sin saber empezar, nos tomamos la mano. Nos miramos y fue como si nos hubieran dado una señal. La promesa que había en sus ojos dejó su lugar al deseo, y nos abrazamos y nos besamos, y nos quitamos la ropa, y ahí estuvimos casi toda la noche, conociendo nuestros caminos y nuestros recovecos… no queda espacio en el universo para contener un relato de las sensaciones que conocí en esas horas…

Ya es el día siguiente… Ayer la palabra en mis labios era “ésta noche”, hoy ya sucedió… en medio de la alegría y el dulce sabor que aún conservo, queda una incertidumbre: ella… ¿también fue feliz? ¿Ella sintió anoche lo mismo que yo, o al menos algo aproximado? ¿Qué tal si la decepcioné? Al final no soy sino un hombre común, que nunca antes se había preguntado estas cosas ni había sentido -como anoche pasó- la necesidad de llevar a su dama al orgasmo…

Ahí llega ella… no sé si atreverme a mirarla… ¡se ve tan hermosa…! Viene directo hacia mí, fresca y radiante.Lo que sus ojos revelan hoy ya no es promesa:. Percibo en sus ojos una expresión de paz, de "te quiero", acompañados aun de travesura y de deseo, los mismos de ayer...

La palabra en mis labios ayer era “ésta noche”, y de sus labios hoy brota la suya: “¿Cuando lo repetimos...?"

Como cada día...

Llego a la oficina, como cada día, pensando todavía en los pendientes de casa o en las noticias de la mañana, que traen cada día alguna sorpresa inventada... De pronto apareces, como cada día, envuelta en la pícara inocencia de tu mirada, y tus "buenos días" van cargados de alegre sensualidad... 

Tenerte únicamente para mis ojos, mis oídos y mi nariz, significa robarle una vez más el derecho de ser a mis otros sentidos... Y el tacto y el gusto conspiran para reclamar su ocasión de sentirte... Y ¿Cómo no, si tu eres culpable de provocarlos? Mira que llegar como si nada pasara, cuando aquí todos los hombres se juntan para mirarte e intercambiar opiniones.. o fantasías, acerca de de ti, de tu cuerpo que nadie de ellos conoce, pero todos se imaginan, de tu hermoso rostro y de tu timbre de voz, y de tus manos tan blancas, tan suaves y bien arregladas.. 

Yo me digo otra vez -como cada día- que ese pensar en trivialidades es un mecanismo de autodefensa construí para protegerme de ti, y que sólo funciona cuando tu no estás... Pero llegas y vuelves a ser el motivo de mis fantasías, el asunto de mis pensamientos, la causa, la meta, el sueño... Quisiera tener el valor de dejar de pensarte o finalmente decirte las cosas que siento, más... ¿Cómo decirte que cuando te miro todo arde? No puedo creer que no sepas lo que me provocas, con esos vestidos ligeros que el menor aire levantan y que tanto te gusta portar "porque son muy frescos". En tu perversa inocencia dejas cada día que asome la piel de tus piernas y de tu pecho, y alcanzo a ver la última defensa que oculta tus encantos: tu ropa interior... La sangre se agolpa en mis sienes y en mi sexo, ya sólo vivo para pensarte... y para desearte... 

¿Porqué me provocas así, cada día? ¿No te das cuenta de que me obsesionas? ¿No sabes que tu juego es peligroso, cruel, delicioso...? Como cada día, en mis ensoñaciones, me besas la boca y me quitas ropa, dejas que mis manos recorran tu cuerpo... Pasan ahí tantas cosas que no lo creerías... Ya puse en mi mente el color y la forma de los rincones que aún no conozco de ti: Tus senos son firmes, redondos, ni pequeños ni muy grandes, hermosos como tú y coronados de marrón jugoso y tres adorables lunares salpicando el pálido suave.. Caderas redondas, hermosas, voluptuosas.... 


En tu rincón, altiva se yergue una rosa de cuatro pétalos color carne viva, inundada con el néctar de tu miel, por mis provocaciones... 

A partir de ahí, lo que quieras imaginar, ya sucedió en mis ensueños..

Uno a la vez...

He llegado a saber, por boca de una mujer, que las caricias son asunto delicado; que una sola de ellas puede abrir las puertas al Paraíso, o por el contrario, matar la pasión... Me dijo que un beso en la boca no puede faltar, antes bien puede ser el principio de un gran amor...

Me confesó que la mirada de un hombre en su cuerpo puede hacerla sentir despreciable o puede encender el deseo...

Me dijo también que a su entender, sólo el principio (un beso) y el final (un orgasmo) de una unión pueden ser compartidos, y que cada contacto en medio de tales extremos debe ser otorgado uno a la vez,  y sólo por uno, para que pueda ser disfrutado por los dos...

-Cuando beses mi cuerpo -me djio- yo estaré recibiendo de ti, atenta a las sensaciones que tus caricias me ocasionen, pues no quiero perderme un segundo de ti... Recorre con tus manos y con tu boca cada parte de mi, disfruta de mi esencia, que mis sentidos estarán sólo para percibirte...

-Cuando toque mi turno -siguió diciendo- yo quiero gozar de lo que tu contienes y de lo que en tu cuerpo provoquen mis manos... recibirás mis caricias y tu atención será sólo para ellas... No me toques entonces, sólo siente... goza de las sensaciones que logre arrancarle a tu piel, embebida de tus sabores y olores, de tus gemidos incluso...

-Cuando llegue el momento preciso nuestros cuerpos nos avisarán... esperaremos cada uno hasta el punto de no retorno, y cuando la explosión sea inminente, volveremos a compartirnos, para acentuar la fiebre, para multiplicar las sensaciones, para que el viaje final se haga en nuestros cuerpos..

Mexicanos…!

El México Prehispánico era en realidad muchas Naciones. Aquellos pueblos tenían sus propias leyes, sus luchas entre sí por la supremacía, o por conservar su libertad.  Eran imperios, no democracias, y por su naturaleza, tiranos… pero no eran corruptos, pues no  alcanzaron los niveles de los imperios del Viejo Mundo, hasta que…

Un día, sea cual sea la verdadera historia, por accidente  llegaron de otro continente, en el que se  ignoraba la existencia de éstas tierras, éstos pueblos, éstas riquezas…Para ellos, la entonces Nueva España era habitada por grupos de indígenas ignorantes que apenas alcanzaban a ser humanos de una condición inferior… había que protegerlos y por lo tanto, someterlos, aplastar sus costumbres, creencias y leyes… eso fue la conquista, cuyo verdadero móvil fue la ambición…

Pasaron siglos de sometimiento hasta que aquellos  indígenas se levantaron en armas buscando su libertad y mejores condiciones de vida… eso fue hace un poco más de dos siglos… AL terminar la contienda habían logrado echar al invasor… pero no los cánceres que trajeron (enfermedades, corrupción, castas, desigualdad)

Así pasaron otros 100 años, cuando otros mexicanos, no muy distintos a los anteriores (Indígenas, ignorantes, impreparados para la guerra y para cualquier cosa que no fuera el campo), se cansaron de los abusos de autoridad, y tomaron las armas… o lo que estuviera a su alcance, y se lanzaron a una desigual contienda sin saber a ciencia cierta qué iban a obtener, si acaso ganaban… y ganaron, o al menos eso creyeron cuando expulsaron al gobernante tirano…

De eso han pasado otros cien años, y algunos más… vivimos en el “México Independiente y libre” que dicen los libros de las primarias y que muchos todavía creen… Desde luego que no nos comparamos con aquellos burros que fueron a la guerra hace 100 y 200 años, ¿Cómo crees? ¡Aquellos eran esclavos, analfabetas, indios, brutos!

Dirás lo que quieras, pero ellos pueden estar en paz en sus tumbas, porque hicieron lo que les correspondía: vencieron el miedo y pesar de sus desventajas se lanzaron a la lucha, por un mundo mejor para sus hijos… Nosotros, con todas las ventajas y comodidades que hoy tenemos... ¿Descansaremos en paz, sabiendo que permitimos que un grupo de sinvergüenzas saquearan  la Patria nuestra y no hicimos nada?

Tú no sabías...

Tú no sabías, mi Viejo, que al escoger mujer para ser tu pareja, estabas eligiendo a un Ángel para ser mi Madre… tampoco sabías,  cuando engendraste a tus hijos, que el mayor iba a ser mi maestro y mi guarda, y  que la menor iba a ser una luz que aún hoy me ilumina…

No sabías, viejo enojón, cuánto miedo me dabas,  y sin embargo sentía que nadie osaría intentar lastimarme porque ahí estaba mi Superman para resguardarme…

Y ¿cómo ibas a saber  que un día nos tomaríamos la copa como camaradas, y que me dirías lo mucho que me amas?

Te escribo en presente, mi Viejo, porque aún te veo cada día cuando me rasuro, cuando me lavo la cara y me quito las lagañas… porque seguro que no lo sabías, que me heredaste tu mirada. Esa mirada triste,  la que tos ojos tenían en  tus últimos días, no sé porqué… 

Tal vez porque no sabías que habías cumplido con creces, que muchos te amaron por cómo eres: regañón, orgulloso, gritón, pachanguero, Cruz Roja, generoso, protector, obsesivo, candil de la calle y de todos lados… Tu no sabías que un día mi Madre diría “¿Por qué no saliste como tu Padre? Él tan trabajador, responsable, puntual, ahorrativo” Cuántas virtudes que en su momento no comprendimos…

Te escribo en presente porque si no lo sabías, te extraño, y extraño tu olor a limpio, tu olor a loción, tu olor a Papá…porque sigues vivo, porque quisiera escuchar tus regaños, porque me haces falta….

Sin tocarte

Quisiera preguntarle a la distancia

si tienes para mi un pensamiento

Si mi nombre se envuelve en la fragancia

inolvidable y dulce de tu aliento...

Distancia... esa extraña substancia que separa, en nosotros es lazo invisible que conecta nuestros tactos, nuestros cuerpos, nuestros íntimos pensamientos, nuestros ardientes deseos...
Por eso puedo a través de ella hacerte mía sin tocarte... Con sólo escribirte tus instintos fluyen y tus bocas se humedecen. El vacío transporta hacia mi el sonido de tus ansias, tus gemidos... quieres besarme y que te bese, y que te muerda, y que te mime... dentro de tí me quieres...

Quisiera preguntarle a los ocasos

si aún es tu corazón nido vacío

para poder soñarme entre tus brazos

y ahí, en tu corazón, dejar el mío...

A través de los aires vuelan mis caricias, confundidas con palomas mensajeras y a tu cuerpo llegan entregándote el mensaje que te quema, te provoca, te doblega... Yo puedo acariciare sin tocarte... basta que te sueñe, que te piense. Tus propias manos te recorren esperando ser como las mías, y el sólo imaginarlo te estremece... Vuelan hacia ti mis caricias, vuela mi corazón para estar junto al tuyo... Vuela mi ave para estar ahí dentro, en tu nido...

La ortografía

Esta irreflexión va dirigida respetuosamente a los miembros de la Real Academia de la Lengua Española, y tiene su origen en un comentario que me hizo una amiga muy querida, en el sentido de que le sorprende como yo, siendo un simple vendedor ambulante, pueda hacer estas cartitas sin faltas de ortografía Yo le respondí que soy autodidacta. -cosa que, supongo, no le aclaró sus dudas, mas bien las aumentó-.

Este asunto de la ortografía en realidad parece como un castigo divino, un mal bicho. Y no se me ofendan, señores académicos, estoy hablando de algo que les toca cuidar, pero que no inventaron ustedes.

Cuando uno por fin se acostumbra a "escribir correctamente las palabras", pareciera que uno fuera el único a quien le importara, y que a los demás les vale gorro, y con frecuencia te encuentras a profesionistas diplomados en no sé cuantas cosas, que le batallan a esto de la ortografía ¡y firman cada cosa...!  

Lo malo de los errores ortográficos (ajenos) cuando uno más o menos se defiende en el tema, es que se desarrolla el pésimo hábito de corregir al los amigos con el natural desagrado de ellos, que no tardan en verte como a un ogro. Además,  cada vez que ves una falta, etiquetas de ignorante a quien la comete, cosa totalmente injusta.

A mí, cuando tengo alguna duda (todos las tenemos, hasta ustedes, queridos eruditos de la Lengua) el pánico me invade, como si no supiera que al mundo le vale un reverendo cacahuate como escribo. Así que,  más que criticar, quiero aportar ideas para que la vida sea más fácil, al menos al momento de escribir y leer:

Les propongo algo verdaderamente audaz, una revolución a  nuestra querido aunque sea adoptivo Español: vamos eliminando del alfabeto todas esas letras inútiles, que solo sirven para confundir: C, G, H, LL, Q,V, W, X y Z. Y no se me espanten,  nada va a pasar.  Kuando mucho los omónimos se bolberán omógrafos, la solusión será abenirse a los sinónimos... tal bez, para kompensar, podríase inbentar una letra ke suene como la G en "amigos", y ke se yame komo su sonido (ke debería ser, según el lenguaje actual, GUE).

De estas letras desausiadas, la únika ke en berdad me dolería y asta, si en mis manos estubiera la salbaría, sería la X... porke sin eya el sekso ya no bolbería a ser el mismo, ni mi Méjico amado.

Eras mi flor...

Eras mi flor... yo te cultivaba cada día, te cuidaba. Humedecía con mi boca los pétalos tuyos, tu tallo, tu estambre, tu pistilo, queriendo creer que mis caricias te daban vida y te harían inmortal...

 Regaba por las noches tu terruño, con la doble intención de darte amor y darte renuevos que nos contuvieran a ambos... Me solazaba en cada parte de ti, te amaba... Quería que creyeras, que sintieras que me necesitabas, que te era indispensable.. Mis manos te recorrían con ternura obsesionante, te deshojaba cada noche y tú aparecías fresca y deslumbrante en cada amanecer... Tanto amor tenía que ser eterno, me decía...

Pero una noche ya no estabas, alguien te arrancó de mis quereres. Eras mi flor, y tan hermosa que muchos te deseaban... Alguno de ellos fue el ladrón. He sabido si querer que sigues bella, que ese alguien te provee de todo lo que de mi ya no tienes, y no quiero preguntarme si te ama, o cuanto te ama, o si sólo fue presa del pecado de la envidia...

Hoy ya no pienso en la inmortalidad, hoy quiero creer para consuelo mío que tu belleza y tu alegría tienen que ver con lo que yo te daba... Que para verte florecer, aquel que te robó tuvo que aprender a cultivarte como yo lo hacía...

Eras mi flor... Hoy sólo cultivo cada noche los recuerdos de un amor marchito...

Envuelto en poesía

Quiero estar en tu mente cuando escribas uno sólo de tus versos, estar en tus manos cuando lo transcriban... quiero ser el Príncipe de un cuento de no más de diez renglones... quiero, en el breve instante que me lleve leerlo, sentir que soy tuyo y que tu eres mía... Saber que  te llené de besos y de mi, aunque sólo sea en un sueño tuyo, en un pensamiento, en un fugaz momento de tu vida...

Envuélveme en ti, que tu piel es poema... Envuélvete en mi, que mis caricias quieren ser el verso que de tus deceos nazca... Atrápame en uno de tus apasionados sueños, conviérteme en una de tus fantasías... Ponme en la punta de tus dedos cuando se deslicen por tus secretos y déjame ahí, en tu inundada poesía...

Déjame ser sólo una vez tu poesía... Ser la razón de tus pensamientos y de tus humedades, deséame... aunque sóla sea en el lapso en que escribas...

" Acariciate, que tu mano sea la mia

Dame un tour por tus rincones

Quiero ser la razón de tus pasiones

hazme poesía..."

Luna temprana

El sol de la mañana en mi cara y la fría brisa matinal se aliaron y me despertaron. Abrí los ojos, desvié la mirada hacia el otro lado y ahí estabas tú... ¡Qué alegría! Contra tu costumbre de irte al amanecer, te quedaste para adornar el azul del cielo y para mi, hermosa Luna...


Entonces recordé la noche anterior: había estado contemplándote desnuda, radiante... las sombres ocultaban parte de ti, se te admiraba misteriosamente erótica. Recordé también que había dejado la ventana abierta para dejarte entrar, para dejarme acariciar con tu luz, y tú.... me regalaste otra noche inolvidable: De pronto sentí cómo esa luz se transformaba en piel morena, en labios generosos, en lengua traviesa... y me volviste a elevar hasta tus dominios, enmedio del cielo y las estrellas, y ya nada de ti quedó oculto para mi. Volví a sentir en mi boca los distintos sabores de cada parte de ti y me dejaste amarte, y me amaste no sé cuántas veces en pleno espacio sideral...pegados tu cuerpo y el mío... yo no quería que eso acabara jamás... Y así, enmedio del cielo y dentro de tí me fui quedando dormido....


Hoy no te has ido a pesar de que ya es de mañana. Me vuelves a transportar y yo vuelvo a amarte, enmedio de la brisa fresca que me despertó y frente a al Sol que nos mira celoso...

Locura...

Adornos literarios aparte... ¿quieres saber lo que me propongo hacerle a tu cuerpo cuando lo tenga ante mi, dispuesto? Hoy te lo diré despojándome de toda intención romántica o poética: Te deseo con todas mis fuerzas, y voy a hacerte mía. No quedará un milímetro de ti que no vean mis ojos, que no toquen mis manos, que no pruebe mi lengua, que no huela mi nariz. Cada uno de mis actos buscará calmar mi angustia, no la tuya.. saciar mi sed...  

Haré lo que tenga que hacer por complacerme:Voy a besar tu boca como un loco y te contagiaré de mi locura. Voy a arrancar tu ropa si es preciso, y pegadas a tu carne estarán mis manos, mis labios y mis dientes. El instinto animal que me domine terminará por subyugarte y te convertiras ya no en mujer, sino en una hembra en celo, y tú me besarás con esa misma ansia, no importa que sangren nuestros labios... y besarás también mi cuerpo y yo el tuyo, y me desearás con toda tu alma, y rasgarán tus uñas mis espalda, y pedirás a gritos que te ame...

El fuego que me invade sentirás dentro de ti, yo pondré todo el vigor en cada embestida. Sentirás toda mi hombría en cada movimiento. Y esa lucha desmedida por salir de nuestro infierno tendrá una recompensa mas allá de lo esperado: Oleadas de intenso placer se pasearán por nuestros cuerpos, y en medio del fragor de la batalla nos atrapará un estertor como de muerte...

Y el Cielo se abrirá, y lo tocaremos...

no se que .....

De repente apareces....  tus palabras son precisas... son las que necesito leer en ese momento, de repente envías una flor y siento que lees mi mente por que es la flor que deseaba recibir, de repente hoy llegas y dices hola corazón y con asombro me doy cuenta que necesitaba leer de ti esa palabra, de repente escribes que me quieres y sin que lo sepas no había leído ni escuchado un te quiero  hoy, de repente apareces como un sol en mi tierra oscura, iluminando cada rinconcito de mi ser , como el cantar de un rió en mi silencioso lecho, haciendo que pueda escuchar tu melodía, como el perfume de una flor en mi jardín, que hace que mis sentidos divaguen y mi mente descanse,  solo de repente, escribes algo hermoso y siento que muchas luciérnagas se prenden en mi, se que estas ahí por que así me lo haces sentir y como un "no se que" activas cada poro sensible de mi piel, mi oído se afina para poder escucharte y mi olfato esta sensible por que quiere olerte, de repente siento tanta paz, tanta confianza, tantas ganas de definir este "no se que" que despiertas en mi, por que de repente llegaste y tus letras se quedaron mi ......

Te quiero

Besar tus pies...

No tienes idea de lo relajante que puede llegar a ser un masaje a tus pies, aunque no lo creas. Y no es necesario para que lo disfrutes que mis manos se extiendan mas allá de tus pantorrillas... Podemos poner justo en tus rodillas la frontera que, de traspasarla convirtiera a mis dedos en ilegales... y por hoy no interesa. Lo que quiero que sientas es lo rico que puede ser un masaje a tus pies...

Acaricio tus plantas, contén las cosquillas y siente mis manos también entre tus tobillos quitando el cansancio... siente la caricia. Yo siento de seda tus pies... ¡qué rico masaje le dan a mis manos, tus pies!, unos pies femeninos, hermosos, divinos... ¿Ya sientes descanso? ¡Qué bien! Permiteme entonces besarte en las plantas, besarte los dedos uno por uno... Será una docena de besos nomás... Esto ya no forma parte del masaje, es el precio que quiero cobrarte.

Cuando te beso no puedo resistir la ocasión y me meto en la boca tu dedo, el que sea... y siento tu reacción... aplico mi lengua y mis besos se vuelven lascivos, ahí entre tus pies. No podrás ocultarlo: te sorprende y complace la nueva caricia, la nueva sensación... No puedo parar, es como si tuviera en la boca algún rico manjar... es como besar tus pezones... es como hurgar con la lengua en tus labios menores, buscando el secreto que te haga vibrar y perderte..

Mis ojos te miran, yo sigo besando tus pies... tu no estás en el mundo... no ofrezcas resistencia, déjate llevar, abandónate, que no es una pena que te venga un orgasmo...

Mientras beso tus pies...

¿Qué color...?

Yo he visto en tu rostro el color de tu piel, lo he visto en tus brazos, en tus manos y en tus pies. Conozco entonces esos rasgos tuyos, y adivino, más que saber, lo que tus ropas ocultan... esa ha sido a veces la razón de mis desvelos...


Porque los hombres somos asi. Quizá el Creador, por compensar en algo la escasez del tacto nuestro, tan desarrollado en las mujeres, nos otorgó el placer de hacerlas deseables a la mirada nuestra...


¿Qué color es el verdadero, el tuyo? El viento, el Sol y el tiempo de seguro matizaron tu piel visible y ocultaron tras un tenue velo el tono primero, ese que de seguro aún se aprecia en los lugares de tu cuerpo que no pueden ver otros ojos que no sean los tuyos y los del que tu voluntad permita... ¡Quién fuese ese...!


¿Qué colores salpican a lo largo de tu geografía, cual si fueran islas, tus lunares?


¿Qué color seleccionó la Madre Tierra para pigmentar las cimas de tus pechos? ¿El pardo...? ¿El rosa...? ¿El chocolate...?


¿Qué color eligió tu herencia para adornar y cubrir con su follaje el triángulo y el monte en el que guardas la mágica lámpara que cumple los deseos?


Por favor, no me lo digas... No quiero de tus labios las respuestas, tan sólo no me quites la esperanza de encontrarlas por mi mismo...

Fantasía

Tal vez debiera olvidarme de escribir éstas líneas, amiga, pues ¿qué me gano confesándote las fantasías que alguna vez me provocaste? Pero no se trata de ganar, sino de compartir. Y comienzo reconociendo que recordarlas estimula mi fuego interior, como muy pocas...


Desde que te vi la primera vez en la sala di por hecho que eras distinta; atractiva, liberal, inteligente. Parecías tener muy claro lo que querías para tu vida. El transcurso del tiempo nos acercaba en fraternal abrazo, y no pensaba en sexo cuando pensaba en ti... Hasta aquel día...

Te imaginé semidesnuda,  presumiéndome unos pechos pequeños, suculentos, hermosos, de pezones rosas. Los acaricié y de tu garganta salió un ronco gritito de placer. Te dirigiste hacia tu cama, te despojaste de la única prenda que tenías y me invitaste a besar tu intimidad... Recuerdo perfecto tu cabello rojo que a través de la luz se volvía naranja, tu cuerpo delgado y bien formado, tus piernas largas y hasta el sabor de tu sexo. Lo que en mi fantasía nunca pude precisar fue la forma y el color de tu vello púbico, si es que había. Sólo sé que esa parte tuya me extasiaba.

Te hincaste sobre el colchón poniendo tus manos en el y mostrándome tu trasero. Entendí la invitación y pegué mi cuerpo al tuyo, entrando despacio en ti. Tu gozabas a cada movimiento mio y lo acompañabas con la cadencia de tus caderas. Por la expresión de tu cara, era claro que mi miembro tocaba tu punto más sensible cada vez que yo empujaba... Tener a la vista tu espalda, tus nalgas, todo el cuerpo tuyo de piel fragante y escuchar tu voz excitada.. Sentirme dentro de ti  mojado por tu lujuria.. Todo eso podría parecer una fantasía muy simple, de seguro lo es. Sin embargo, pocas, muy pocas imágenes han sucitado en mí un deseo y un placer mas intenso...

Fraccion de segundo

Hay películas que te hacen pensar. No me gustan, pero hay veces que te tropiezas con alguna. Es inevitable, al parecer...


Alguien va conduciendo su 'pick up', es de noche. Viene de un servicio religioso al que acude desde hace un par de años y se dirige a su casa, donde lo esperan la familia y algunos amigos. Es su cumpleaños y lo van festejar. Va pensando en lo mucho que ha cambiado su vida, en las amistades recuperadas, en un futuro promisorio después de haber sido una especie de oveja negra, mezclado con el alcohol y las drogas... Da vuelta a la izquierda, siguiendo la ruta habitual...


No lejos de ahí una mujer llama a su esposo que esta en el parque con las hijas de ambos para avisarle que la cena está lista. Ella se ve tranquila, no había porqué no estarlo. Sus hijas son su mayor tesoro, producto de un matrimonio afortunado, y se le ocurre pensar que no cabe más felicidad: sus hijas están ahora retozando al cuidado de su padre, que las ama por sobre todo. ¿Con quién, si no con él, podrían estar ellas mas seguras? La llamada les pone en el camino de regreso al hogar, donde les espera una cena suculenta…


En otra ciudad, una pareja discute. Él ya no es el mismo, la enfermedad lo ha transformado hasta darle el aspecto de casi un vagabundo. No puede estar positivo por más que lo ha intentado, pues sabe que sus posibilidades son muy remotas: Un donante que llegue a tiempo en su vida que esta a punto de perderse por un mal cardíaco del que no sabe mucho ni se ha querido enterar…


En la cabina, el conductor mira sorprendido aquellas figuras -un hombre y dos niñas- que al final de la curva de pronto se aparecieron en su campo visual sin darle tiempo a reacción alguna, apenas un acto reflejo que llegó tardío le hizo presionar el freno… pero ya era tarde, les pasó encima. No quiso esperar y siguió conduciendo hasta su casa, como en estado de trance. Más tarde se enteraría que ninguno había sobrevivido... A partir de ahí, tres vidas quedaron ligadas, sin siquiera sospecharlo: El conductor asesino, la viuda y el receptor del corazón del padre de las niñas.


A cada segundo pasan cosas que, de haberse demorado al siguiente o anticiparse al anterior, simplemente no hubieran sucedido o se hubieran desencadenado de un modo radicalmente distinto…


Esta historia me llevó a concluir que la vida no sucede en años, meses o días, ni siquiera en horas o minutos, sino que transcurre en fracciones de segundo que nos van golpeando y moldean nuestro destino sin que podamos siquiera notarlo. Estas porciones de tiempo son tan pequeñas a los sentidos como lo son las partículas microscópicas a nuestra visión: simplemente imperceptibles. ¿Cómo podríamos ya no planear o imaginar, simplemente tener control de lo que pasa, cuando los reflejos de que fuimos dotados no funcionan a la velocidad de lo que acontece? Cada lapso nos coloca en un rumbo nuevo. ¡Y seguimos creyendo que somos nosotros quienes tejemos nuestras vidas!


Finalmente, somos a cada momento el resultado de millones de circunstancias ajenas a nosotros, somos una brizna en el caos del Universo, cómplice total del transcurso del tiempo…

Caricias...

Querido Jorge, hace tanto que estas ireflexiones están en silencio

he venido a visitarte

y aprovecho a compartir en este espacio

que es tuyo y con tu permiso

una locura que hice...

Un beso Jorge querido

espero que dejes hablar a esas irreflexiones

que ya se extrañan..

"MINA"
Sólo pausa la música de fonto..

Callejero

No estoy seguro si fue triste o trágico.. o ambas cosas... En mis andares por la ciudad, me disponía a cruzar la calle y de reojo lo vi: Era más bien pequeño, con manchas negras y blancas, algo sucio. Yo no conozco de razas, pero sé que éste no era un perro con pedigreé, aunque llevaba un collar negro, lo que indicaba que alguien se ocupaba de él. Comencé a cruzar cuando me miró y empezó a ladrarme... ¿Cómo saber si los ladridos de un perro contienen sólo hostilidad, o si están tratando de decir algo más? Tal vez sólo quería jugar, tal vez quería compartirme sus emociones... yo lo ignoré y seguí mi camino. Venían autos y no era cosa de pararse a media calle a averiguarlo,  pero el seguía insistente llamando mi atención... Dejó desconectada esa extraña agilidad que suelen tener los perros cuando cruzan entre los vehículos.... y aquella camioneta azul le pasó encima...

No murío instantaneamente, al menos eso indicaban los movimientos convulsivos de sus patas. Un segundo vehículo estuvo a punto de darle el golpe final, pero frenó a tiempo, lo desvió y siguió su camino... A saber si lo hizo por compasión o simplemente porque no queria manchar el impecable blanco de su carrocería... como sea, fue inútil esfuerzo, ya no habia nada que hacer....


Es un misterio cómo, cuando suceden cosas como ésta brotan personas de quien sabe donde y se arremolinan alrededor del suceso... No entiendo el raro placer que les produce mirar a los caidos en desgracia... Sólo que en ésta ocasión la curiosidad duró apenas unos minutos, y la principal preocupación que este hecho dejó entre los vecinos era saber si alguien iba a atreverse a remover de ahí el cadáver antes de que comenzara la putrefacción...

Ya lo dijo Alberto Cortéz: 'Al fin y al cabo, no era más que un perro...'