Llego a la oficina, como cada día, pensando
todavía en los pendientes de casa o en las noticias de la mañana, que traen
cada día alguna sorpresa inventada... De pronto apareces, como cada día,
envuelta en la pícara inocencia de tu mirada, y tus "buenos días" van
cargados de alegre sensualidad...
Tenerte únicamente para mis ojos, mis oídos y
mi nariz, significa robarle una vez más el derecho de ser a mis otros
sentidos... Y el tacto y el gusto conspiran para reclamar su ocasión de
sentirte... Y ¿Cómo no, si tu eres culpable de provocarlos? Mira que llegar
como si nada pasara, cuando aquí todos los hombres se juntan para mirarte e
intercambiar opiniones.. o fantasías, acerca de de ti, de tu cuerpo que nadie
de ellos conoce, pero todos se imaginan, de tu hermoso rostro y de tu timbre de
voz, y de tus manos tan blancas, tan suaves y bien arregladas..
Yo me digo otra
vez -como cada día- que ese pensar en trivialidades es un mecanismo de
autodefensa construí para protegerme de ti, y que sólo funciona cuando tu no
estás... Pero llegas y vuelves a ser el motivo de mis fantasías, el asunto de mis
pensamientos, la causa, la meta, el sueño... Quisiera tener el valor de dejar
de pensarte o finalmente decirte las cosas que siento, más... ¿Cómo decirte que
cuando te miro todo arde? No puedo creer que no sepas lo que me provocas, con
esos vestidos ligeros que el menor aire levantan y que tanto te gusta portar
"porque son muy frescos". En tu perversa inocencia dejas cada día que
asome la piel de tus piernas y de tu pecho, y alcanzo a ver la última defensa que
oculta tus encantos: tu ropa interior... La sangre se agolpa en mis sienes y en
mi sexo, ya sólo vivo para pensarte... y para desearte...
¿Porqué me provocas
así, cada día? ¿No te das cuenta de que me obsesionas? ¿No sabes que tu juego
es peligroso, cruel, delicioso...? Como cada día, en mis ensoñaciones, me besas
la boca y me quitas ropa, dejas que mis manos recorran tu cuerpo... Pasan ahí
tantas cosas que no lo creerías... Ya puse en mi mente el color y la forma de
los rincones que aún no conozco de ti: Tus senos son firmes, redondos, ni
pequeños ni muy grandes, hermosos como tú y coronados de marrón jugoso y tres
adorables lunares salpicando el pálido suave.. Caderas redondas, hermosas,
voluptuosas....

En tu rincón, altiva se yergue una rosa de cuatro pétalos color carne viva, inundada con el néctar de tu miel, por mis provocaciones...

En tu rincón, altiva se yergue una rosa de cuatro pétalos color carne viva, inundada con el néctar de tu miel, por mis provocaciones...
A
partir de ahí, lo que quieras imaginar, ya sucedió en mis ensueños..
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