Irreflexiones...

La irreflexión es una inconsciencia, un acto reflejo, una efímera emoción... es no pensar, sólo sentir, sólo expresar sin compromiso con la verdad o la razón.. Es espontánea, repentina y volátil sabiduría -y cuyo sinónimo es ignorancia- que surge en un segundo para luego impunemente desaparecer, sin detenerse a observar los estragos que provoca...

sábado, 30 de enero de 2010

Realización

Realización es algo que todos queremos. Algunos le llaman éxito. Y tiene que ver generalmente con logros económicos, sociales, espirituales, mentales. Unos la buscan, la provocan, mientras otros la esperan. Actitudes opuestas, que tienen que ver con la fuerza de espíritu, más que con posibilidad económica o conocimientos previos. Es a los que esperamos a los que dedico estas líneas...


Solemos esperar a que alguien de pronto descubra nuestro maravilloso talento, y/o albergamos la íntima esperanza de sacarnos el gordo sin comprar billete. Y, aún comprándolo, es lo peor que nos podría suceder, nuestra vida estaría destinada a dolores sin fin, la riqueza facil sólo conduce a desgracias.


Og Mandino, uno de los grandes motivadores, sostiene que el valor de la vida y las posibilidades radican en el presente, por lo que el pasado y el futuro hay que empacarlos, porque no sirven sino como estorbo. A mi me parece que, al menos en relación al pasado, no es tan certero. Una persona consciente y pensante puede, en cualquier momento de su vida, sin importar la edad, mirar hacia atrás. Si esa persona tiene suficiente madurez (y aquí reitero lo que a algunos de mis amigos les he dicho: madurez y edad no necesariamente van juntos) y está dotada de objetividad, pordrá ver cosas maravillosas, mirar hacia atrás no tiene que ver con culpas o resentimientos, para este ejercicio:


Podrá observar cómo cada una de las decisiones tomadas, las no tomadas y las indecisiones, lo conducen con milimétrica precisión al lugar donde se encuentra. Podrá entonces, percibir el poder de sus acciones, su capacidad de destrucción... y de construcción. Si se hace con intensidad, este ejercicio nos llevará a increíbles y hermosas conclusiones: Que los monstruos no existen, (ni las hadas madrinas) que no hay cosas tales como la mala suerte o el destino trazado por algun misterioso Dios; Que las murallas que levantamos alguna vez son, cuando mucho, de papel o de cartón; que el camino recto no existe; que no hay ni habrá un dia con todos los semáforos en verde en nuestro camino, o en rojo, o en ámbar. Y muchas, muchas cosas mas... pero el gran descubrimiento será encontrarnos con, en mi caso, el verdadero Jorge.


Y a partir de reconocer nuestros inventarios y nuestras verdaderas posibilidades y fortalezas, nuestras debilidades y amenazas, podremos construir en firme el presente... El futuro es propiedad de Dios.

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